Contamos con aproximadamente 12 hectáreas de viñedos, parcelados de forma que la vocación de la uva determina cada tipo de vino, es decir, para los vinos blancos que elaboramos, el suelo es arenoso y pizarroso, lo que le va a conferir a este tipo de vino aroma y estructura. Y a nuestros vinos tintos, el carácter y la estructura que poseen les viene conferida por el tipo de suelo arcilloso y pizarroso.
Las viñas de nuestros viñedos van desde los 7 años como mínimo hasta un máximo de 30.
Desde un principio, controlamos la carga de la cepa con una poda agresiva, dejando el menor número de yemas por hectárea que nos permita la cepa. Posteriormente, se sigue controlando la carga quitando los brotes sobrantes y dejando sólo los que nos interesan. Finalmente quitamos los racimos en la época de envero a principios de agosto.
A parte de los controles de carga de las cepas, realizamos los trabajos de DESNIETADO (quitando los brotes nuevos entre yema y yema), que nos proporciona una mejor ventilación y trabajo fotosintético de las hojas principales, que son las que nos van a aportar el azúcar necesario.
En vendimia, realizamos numerosos controles de maduración, para supervisar la maduración, acidez y PH, hasta que alcancen el equilibrio y se decide a realizar la vendimia.
Las variedades de uvas que utilizamos son 90% Godello, 10% Treixadura para las variedades de vino blanco, y 90% Mencía y 10% Arauxa para las variedades de tinto.
Los viñedos, totalmente integrados en el paisaje y respetuosos con el medio ambiente, ofrecen a nuestro enólogo Javier González, las mejores condiciones para obtener cada año vinos de alta calidad para el consumo de los amantes del vino.